Anoche no podía dormir. Decidí escuchar música como hago muy a menudo. Abrí mi celular, fuente de esa felicidad infinita que casi siempre es la música para mí, pero me encontré con la carpeta de Lou Reed. Sí, el CD de Lou Reed que vos me mostraste hace tanto tiempo, Transformer. En ese momento, me pareció una buena idea escuchar la canción Perfect Day. No sabía que al apretar play iba a comenzar a llorar. Y es que tal vez mi inconsciente quiere sacar a la luz aquello que yo no quiero ni siquiera recordar: tu existencia, lo importante que eras para mí, las largas conversaciones que teníamos, tu risa malévola, tu frialdad.
Y es que nunca me pude olvidar de vos completamente. Por más que me hayas ignorado todo un año, no puedo despegarme de ciertos hábitos como mirar tu last.fm todos los días, abrir tu twitter, tumblr o blog con la esperanza de algún día encontrar algo nuevo.
Y cuando anoche decidí que hoy, tras levantarme, iba a hablarte; unos minutos después me di cuenta que te fuiste. Ya es demasiado tarde.
(Ya no me importa que lo leas o no. Sería un lindo gesto que vos tampoco te hayas olvidado de ese blog que tenías en los favoritos de tu antiguo celular)
3 comentarios:
:( Nono, no me gusta...
Esto demuestra lo mucho que se puede expresar lo que uno siente escribiendo, yo muchas veces cuando hay un pensamiento que no se me quita de mi mente me siento mejor escribiendolo. Un saludo!
Aunque no lo lea, sabes que lo sabe... muchas veces nuestros pensamientos se conectan con los de otros, lo mas problame que te extrañe tanto como tu... Suerte!!
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